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Segunda oportunidad: qué, cómo, para quién

Por distintos reveses de la vida, es posible que te veas de deudas hasta el cuello y sin capacidad para pagarlas. ¿Sabes que la Ley de Segunda Oportunidad está pensada para sacar de esa situación a las personas en tu caso? Te explicamos cómo funciona y qué pasos tienes que dar para empezar de nuevo.

ley de segunda oportunidad

Hoy en día no es raro encontrar gente que se encuentra llena de deudas de importancia porque, por ejemplo, puso un negocio que no le fue bien y fue metiéndose en una espiral de impagos a los bancos, a los proveedores, a la Seguridad Social… ¿Es tu caso? Tienes derecho a una segunda oportunidad: te explicamos cómo aprovecharlo.

Segunda oportunidad: una ley para romper con las deudas

Si estás en ese caso te interesa saber que desde el año 2015 existe una norma (el Real Decreto-Ley de la Segunda Oportunidad) que establece un procedimiento para que las personas físicas (o sea, particulares y autónomos) puedan librarse de sus deudas y empezar de nuevo, aunque por el camino pierdan en pequeña o gran medida sus posesiones.

Lo básico que debes saber

Valora si te conviene avanzar por esta vía teniendo presentes algunas cuestiones básicas:

  • Si no haces nada, la alternativa es quedarte sin tus bienes y pese a todo seguir debiendo dinero en lo sucesivo, o sea, vivir permanentemente endeudado y ver cómo te van embargando las ganancias que puedas tener, pues en principio, uno responde de sus deudas con sus bienes "presentes y futuros".
  • Piensa también que algunas deudas no desaparecen con este procedimiento; por ejemplo, si estás divorciado y has dejado de pagar a tu ex pensiones de alimentos por tus hijos, tu ex te las podrá reclamar y tu obligación no se extingue. 
  • Para beneficiarte de la ley, tienen que darse unas condiciones, entre otras, te tienes que haber endeudado de buena fe; por ejemplo, en los últimos 10 años no puedes haber sido sentenciado en firme por haber delinquido contra la Seguridad Social, haciendo trucos para pagar menos de lo debido, o por delitos contra los trabajadores que hayas tenido a tu cargo, si es que tienes o tenías alguno.
  • El proceso puede ser más o menos largo según lo complejo que sea el caso. E involucra a varios profesionales que habrá que pagar: notario, abogado, mediador concursal...  Claro que es posible que, al no disponer de recursos, puedes tener derecho a asistencia gratuita por parte del notario, del abogado y del procurador, si cumples los requisitos: puedes informarte en los respectivos colegios profesionales.

Qué hacer para lograr una segunda oportunidad

  1. El primer paso es acudir al notario que corresponda a tu localidad, que te asignará un mediador concursal.
  2. Con ayuda del mediador, tienes que intentar un acuerdo extrajudicial con tus acreedores, fijando un calendario de pagos asumible para las dos partes (que no exceda determinado plazo de devolución) y acordando la entrega de bienes que tengas y sean aceptados para ir cubriendo las deudas.
  3. Si el acuerdo no cuaja, junto a tu mediador concursal podrás solicitar el procedimiento judicial de segunda oportunidad, que es un concurso de acreedores voluntario para el que necesitarás un abogado.
  4. En esa fase, el juzgado y un administrador concursal estudiarán tus posesiones y si las tienes, las irán usando para atender en la medida de lo posible tus deudas.
  5. Una vez que acabe el concurso, ya no responderás de las deudas que no se hayan podido cubrir con tus bienes “presentes y futuros”. Solo si alguno de tus acreedores descubre que en los años siguientes estás haciendo operaciones que hacen pensar que has actuado de mala fe o que tienes ingresos ocultos, podría reabrir el caso.
  6. Durante un tiempo figurarás como persona inmersa en un concurso de acreedores en un registro que podrán consultar bancos, aseguradoras, etc.

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