Informe

Precio de la gasolina en España

11 abril 2014
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Los precios de los carburantes en España no son los más altos de Europa, pero nos salen más caros por nuestro menor poder adquisitivo. Sólo a los italianos y a los portugueses les resultan más caro repostar que a los españoles.

La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha denunciado ahora la situación del mercado de los carburantes en España. Según sus estudios, el precio de la gasolina es más bajo que en la de la mayoría de los países de nuestro entorno, pero la situación cambia cuando el análisis se centra en los precios antes de impuestos.

Coste del carburante en Europa

En este caso, los precios de la gasolina y del diésel en España se sitúan entre los más caros de Europa. Este hecho también ha sido denunciado por OCU en un artículo que Compra-Maestra publica este abril bajo el título Gasolinas: competencia por los suelos.

El coste tan elevado de los carburantes antes de impuestos podía deberse a que nos costaba más producirlos o a márgenes comerciales más elevados, como apunta claramente el CNMC cuando denuncia que los márgenes de las petroleras se han incrementado en el último año un 25% en las gasolinas y un 11% en el caso del diésel. Así, es evidente que lo único que nos salva de tener los precios de los carburantes entre los más altos de Europa es la menor fiscalidad.

Pero el precio de la gasolina y del diésel ha tendido a igualarse mucho en España con respecto a los de otros países europeos, e incluso ya superamos los precios medios de Francia. Pero la renta de los españoles no es ni parecida a la de los franceses, es mucho menor.

Información Eurostat

Más litros que en España

Según los últimos datos de Eurostat, el Producto Interior Bruto (PIB) real per cápita en España ronda los 20.200 euros al año, que contrasta con los más de 30.000 euros anuales de países como Alemania, Holanda, Bélgica o el Reino Unido.

Si decidiéramos gastar esas cantidades en carburantes, en España podríamos comprar 14.880 litros de diésel, mientras que en los Países Bajos adquiriríamos 22.431 litros y en Portugal apenas 10.347 litros. Si se tratara de gasolina de 95, en España podríamos comprar 14.353 litros; en Alemania 19.623 y en Portugal 9.220 litros.

Pasando estos valores a escala 100, este valor equivale a la cantidad de litros que se pueden comprar en España.

En la mayor parte de los países de nuestro entorno, se podrían comprar muchos más litros que en España, como vemos. Casi todos nuestros vecinos más ricos podrían adquirir cerca de un tercio más de litros. Sólo hay dos excepciones: Italia y Portugal, y por motivos diferentes.

En Italia, el PIB per cápita es algo mayor que en España, pero el precio de los carburantes es mucho mayor que en nuestro país, por lo que pueden comprar menos litros, alrededor de un 10% menos que los españoles.

En Portugal, el PIB per cápita es menor y los precios son también mayores que en España, una combinación que hace que la cantidad de litros que se puedan comprar sea cerca de un tercio menos que en España.

Nos dan la razón

Eurostat también dispone de información al respecto, y para ellos si la media de la Unión Europea es 100, en España podríamos comprar 96 litros, en Alemania 123 y en los Países Bajos 128. Los precios españoles están también entre los más altos, repitiéndose las excepciones de Italia y Portugal y añadiéndose la de Reino Unido.

De acuerdo con el poder adquisitivo, los carburantes también resultan más caros que en España. Sin embargo, el precio de los carburantes españoles vuelve a destacar por ser más elevado que la mayor parte de nuestros vecinos más ricos. Si tomamos el país más barato como el índice 100, España se sitúa en un valor 126 para el diésel y 117 en gasolina 95, estando muchos países ricos con valores entre 100 y 110 en ambos carburantes.

 
 

A los españoles nos resulta más caro comparativamente el precio de la gasolina y el gasoil que a la mayoría de nuestros vecinos más ricos europeos, como evidencian ambas metodologías. La diferencia, además, es considerable.

El mero hecho de que la carga impositiva sea menor que en otros países impide que en España se alcancen peores resultados, como los de Portugal o Italia. El problema viene con los precios antes de impuestos, donde destacan entre los mayores de Europa.

La CNMC aprecia que los márgenes de las empresas han aumentado, y con estos análisis se comprueba que los carburantes son ya en términos relativos más caros que en buena parte del resto de Europa.

Pocas opciones quedan para no culpar de la actual situación a las compañías petroleras y al mercado español, con una competencia casi inexistente que permite que puedan estrujar al consumidor una parte del sueldo mayor que en otros países.