Dieta BARF para mascotas

¿Qué es la Dieta BARF?

Las llamadas dietas BARF (Biologically Apropriate Raw Food o Bones and Raw Food), o en castellano ACBA (Alimentación Cruda Biológicamente Apropiada), presumen de ser más naturales. Precisamente el objetivo de este tipo de dieta alimentaria es proporcionar al animal una alimentación lo más cercana posible a la que se pueda encontrar en la naturaleza. Pero lo cierto es que los perros conviven con los humanos desde hace siglos y, además de alimentos crudos, comen también alimentos cocinados y sobras.

¿Qué alimentos se incluyen en la dieta BARF?

• La dieta BARF se compone principalmente de carne fresca muchas veces aún adherida al hueso (sobre todo carne de pollo, pavo y ternera).
• También se incluyen vísceras como el hígado, riñones.
• Pueden integrar la dieta algunas verduras como el brócoli, las espinacas y el apio, las patatas y algunas frutas.

Todo complementado con huevos, aceites vegetales y animales, levadura de cerveza, vinagre de sidra de manzana, ajo, queso y yogur, y repartido en más comidas a lo largo del día.

Requisitos nutricionales adaptados a tu mascota

Las cantidades que se deben administrar se determinan en función de la especie (perro o gato) y del peso del animal al que se destinan.

Las dietas BARF se basan en diversas recetas descritas en libros, páginas web, foros y blogs. La principal motivación que lleva a los propietarios a adoptar esta dieta para sus animales es la convicción de que los alimentos crudos representan el origen de la dieta de todas las criaturas y que los animales deben recibir este tipo de alimentación porque sus antepasados más cercanos sobrevivieron hasta nuestros días consumiendo alimentos crudos.

Desde un punto de vista nutricional, la adecuación nutricional de las dietas BARF depende de las recetas utilizadas, pero el exceso de determinados nutrientes (proteínas) y la falta de otros (minerales, vitaminas) pueden ser el principal problema.

Beneficios y riesgos de la dieta BARF

Se trata de una dieta “no convencional”, alternativa a la alimentación industrial o a la casera tradicional.

Su capacidad para cubrir las necesidades nutricionales (adecuación nutricional) de los animales a los que está destinada, así como su cumplimiento de las normas sanitarias (adecuación microbiológica), siguen siendo controvertidos.

Ventajas sin demostrar

Los partidarios de las dietas BARF afirman que siguiendo este tipo de alimentación, los beneficios para la salud del animal son numerosos: pelo brillante, ausencia de sarro dental y mal aliento, reducción del volumen de las heces, mejor musculatura, sistema inmunitario más eficaz y disminución de los fenómenos alérgicos.  Sin embargo,  no hay estudios científicos que corroboren estas afirmaciones o evalúen los resultados a largo plazo de estas dietas

Y algunos riesgos

Los problemas vienen sobre todo de la adecuación microbiológica. Numerosos estudios han demostrado la presencia de bacterias patógenas en la carne vendida al por menor y destinada al consumo humano: bacterias como Salmonella, Esterichia coli, Clostridium spp., Campylobacter y Cryptosporidium spp., y también parásitos como Toxoplasma gondii son solo algunos ejemplos.

Los animales adultos pueden resistir las infecciones, pero los animales jóvenes, ancianos e inmunodeficientes están expuestos a un mayor riesgo de contraer enfermedades. Este problema también puede extenderse y llegar al núcleo familiar en el que viven los animales (los niños y los ancianos son mucho más sensibles a este tipo de riesgos).

Es importante estar informado sobre los beneficios y riesgos e implicaciones de cualquier dieta, en particular de las dietas caseras que utilizan alimentos crudos, como BARF. En este caso, como en todos ellos, conviene solicitar el consejo del veterinario.

Cómo preparar una dieta BARF para tu perro

Si preparas comida cruda en casa, es importante que mantengas una buena higiene durante la manipulación de los alimentos:

• Compra carne que esté en buenas condiciones.
• Lávate las manos con agua caliente y jabón después de manipular la carne.
• Lava todas las superficies que hayan estado en contacto con carne cruda.
• Lava los comederos y todos los utensilios después de cada uso, utilizando agua caliente y detergente, y sécalos bien antes del siguiente uso.
• Almacena en la nevera los recipientes tapados para limitar cualquier riesgo de contaminación cruzada. Para evitar equivocaciones, colócalos al fondo.

¿Prefieres otro tipo de alimentación? 

¿Eres de los que prefieres una dieta convencional? Te ayudamos a elegir bien, acertar y a ahorrar al comprar pienso para tu perro.

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