Postres lácteos envasados: un dulce final

Comparamos composición y etiqueta de los postres

¿Eres goloso? Pues probablemente te guste terminar una buena comida con un postre: arroz con leche, natillas, tarta, un pudding... Si no quieres, no puedes o no sabes prepararlos tú mismo, en el supermercado encontrarás un amplio surtido de postres envasados. Nos centramos en concreto en los postres lácteos, que tienen en común que cuentan entre sus ingredientes con un derivado de la leche y se venden refrigerados.

La clave, raciones pequeñas

Lo primero que nos ha sorprendido es que en algunos casos (solo en algunos) estos postres no son tan calóricos como pudiera parecer: al fijarnos en el etiquetado vemos el valor energético por 100 g de producto, que oscila entre las apenas 130 kcal de arroz con leche y copas de nata, a la 260 del tocino de cielo.

El problema es que muchos de los envases o tarrinas no son de 100 g, sino de 130, 160 g, etc., con lo cual, estás comiendo más azúcar, más grasas, más de todo... e ingiriendo unas calorías con las que no contabas. Con las mousses, más ligeras y livianas y que pesan bastante menos, pasa justo lo contrario. 

Una vez más, la clave está en el tamaño de la ración: tenlo en cuenta. 

Demasiados aditivos

Muchos de estos platos preparados recrean recetas tradicionales, caseras, que aún se hacen en muchas casas pero que son laboriosas. Y hay algunos que se ciñen bastante a los ingredientes clásicos: azúcar, leche, huevo... pero en otros casos basta echar un vistazo a la lista de ingredientes para encontrarnos con una sucesión de ingredientes que no son los que normalmente tenemos en la despensa, ni usamos al cocinar: jarabes, gelificantes, aromas, un listado largo de nombres acabados en -ina o en -osa, o de números ininteligibles. Detrás de ellos en la mayoría de los casos hay aditivos, a veces necesarios, otras veces como recurso para sustituir un ingrediente natural, pero sea como sea, indican que estamos ante un producto muy transformado o ultraprocesado.

Hay opciones buenas

Ya sabemos que lo mejor es recurrir a la fruta fresca, idealmente de temporada, o a un lácteo simple, como un yogur no azucarado... pero también sabemos que a pesar de todo, no hay porque demonizar ningún alimento, tampoco estos postres dulces: basta con elegir los mejores y no abusar de ellos.

Hemos comparado la composición de postres lácteos envasados de diversos tipos, y encontramos notables diferencias entre ellos.

Aplicamos nuestra escala saludable, que además de valorar el contenidode un alimento en los diversos nutrientes, tiene en cuenta otros aspectos, como los aditivos. A partir de ahí, podemos conocer cuál es lavaloración de cada producto: comprobamos que entre los más "clásicos", como el arroz con leche y los flanes, es entre los que hay mejores opciones, donde encontramos más productos bien valorados, mientras que los postres lácteos "variados o surtidos", entre los que hay tocinos de cielo,cremas, panna cottas de sabores, tartas, dulces diversos... son una minoría los que alcanzan una valoración aceptable:

Tipo de postre	Total productos	Valoración Escala Saludable OCU
		Buena	Aceptable	Mala
Arroz con leche	25	17	8	0
Copas con nata	20	0	18	2
Mousse	21	0	9	12
Flanes	72	2	55	15
Productos surtidos	36	0	4	32

Cómo disfrutar de estos postres lácteos envasados

• Mira el contenido real del envase: si no puedes vencer la tentación, ¿qué tal si compartes el postre?
• Cuanto más corta sea la lista de ingredientes y menor número de componentes “raros”, mejor.
• Consulta el comparador para seleccionar dentro de cada categoría los productos con una composición nutricional aceptable

¿Qué quieres de postre?

Arroz con leche, flan, copas de nata, una mousse, unas natillas, otra cosa... anímate a consultar nuestros comparadores:

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