Postres lácteos, ¿cuál elegir?
Mousse, copas, tarrinas variadas... son una dulce tentación a las que a menudo sucumbimos, muchas llevan el "lácteo" como apellido, pero son más una golosina, un dulce, que un derivado de la leche.
Postres dulces, una tentación
A nadie le amarga un dulce, y aún menos si lo escoges bien. Lo cierto es que hay mucho donde elegir: a las tartas o bollos se suman otros postres dulces, que a veces se catalogan como "postres lácteos", y son mousses, copas, arroz con leche, natillas... que tienen en común que incluyen leche o derivados en su composición, que hay versiones industriales y que se comen con cuchara. Revisamos qué hay detrás de un arroz con leche o una mousse industriales para ayudarte a elegir la opción más saludable, aunque sin perder de vista que, como toda tentación, los postres lácteos solo son para momentos especiales. Lo ideal es que como postres elijamos fruta fresca o un lacteo sencillo, sin sabors y sin educorar, como un yogur natural.Arroz con leche, un clásico
El arroz con leche es un postre típico del norte de España. Hay muchas recetas: la base cuenta con arroz, leche y azúcar se le puede añadir nata, una capa de azúcar caramelizado, canela e incluso un poco de licor de anís. En los supermercados la oferta de arroz con leche envasado es bastante amplia, y hay tanto arroz con leche clásico como el que está aromatizado con canela.
- Se trata des un postre bastante calórico. De media, aportan 128 kcal por 100 g de preparación, y el 41% de esas calorías proceden de los azúcares.
- Los envases unitarios de los arroces con leche pesan más de 100 g, 130 g de media, esto supone que el aporte en azúcares y, por ende, de calorías, se incrementa bastante.
- En cuanto a la lista de ingredientes, es posible encontrar recetas semejantes a la que podamos elaborar en casa ya que no se emplean aditivos ni otros ingredientes de nombres “raros” que nos hagan sospechar de su alto grado de procesamiento.
Por lo tanto, teniendo en cuenta la composición nutricional y los ingredientes con los que se elaboran, es fácil dar con un buen arroz con leche envasado.
Copas (de chocolate y nata, etc)
Para varias generaciones, la copa de crema de chocolate cubierta de una capa de nata era el postre por antonomasia. Algunos la atacaban por capas y otros, sin ningún tipo de escrúpulo, mezclaban las dos capas para crear una mezcla de color y sabor indefinidos. Pues esta obra gastronómica aun perdura y es fácil encontrarla en nuestros lineales.
- A pesar de las capas que componen este postre, su aporte en grasas saturadas y en azúcares no es especialmente alto.
- Su aporte calórico es similar al del arroz con leche (133 kcal/100 g).
- En este postre también juega el tamaño de la porción que suele ser superior a los 100 g (125 g de media), lo que hace que la ingesta en azúcares ascienda a unos 20 g y en el caso de las grasas saturadas a unos 4,5 g cada vez que te deleitas con una copa, por capas o mezclada. Estas ya son cifras altas.
- La sofisticación de la copa se debe al uso de aditivos que dan estabilidad, color y sabor al postre. De media se añaden 5 aditivos, y hay productos que llegan hasta los 9. Entre ellos, algunos que no son recomendables. Además, hay que sumar esos ingredientes que no son propios de una cocina casera: aromas, jarabes, etc.
En definitiva, la copa es un postre muy tentador, pero con un grado de procesamiento muy alto en algunos casos lo que hace que en su mayoría sean una elección aceptable, sin más, y que haya otras opciones mejores.
Mousse, ¿ligeras?
La textura de una mousse es lo que hace que este postre sea tan especial: se parte de una preparación (de chocolate, crema, yogur... ) y se bate para insuflarle aire: el resultado es un postre esponjoso que se funde en la boca liberando mucho sabor. Para alcanzar este efecto, los ingredientes juegan un papel muy importante:
- Aditivos como los emulsionantes y agentes de textura permiten dar estabilidad al producto y son imprescindibles... pero entre ellos hay algunos con una valoración aceptable pero otros tienen una valoración “no recomendable” en nuestra base de datos. Estos últimos son los que predominan en las mousses de nuestro estudio.
- Los aromas y los jarabes junto a una larga lista de aditivos, hacen que las mousses sean un postre con un alto grado de transformación.
- A pesar de la aparente ligereza, el azúcar y las grasas juegan un papel considerable: encontramos valores medios de 19 g de azúcares y de 5 g en grasas saturadas por 100 g de mousse.
¿La buena noticia? Que los envases que nos venden los fabricantes no pesan 100 g. El tamaño medio de la porción es de 70 g, de esta forma los daños se minimizan. Esta es la explicación que se puedan encontrar mousses que sean una elección aceptable.
Otros postres lácteos diversos
La industria alimentaria ha conseguido poner a nuestra disposición un sinfín de postres con nombres sugerentes o que evocan recetas famosas: Panna cotta, tartufo, tocino de cielo... Son un grupo variado, que tienen en común que se venden en los lineales de lácteos, en envases unitarios y se comen con cucharita. Por lo demás, se trata de un grupo muy diverso.
- En general, estos dulces son los que mayor aporte calórico tienen, 262 kcal por 100 g de preparación.
- Las calorías proceden principalmente del azúcar, 26%, y de las grasas saturadas 9% de media.
- Los envases son pequeños, de media de 90 gramos, pero con una unidad, consumimos casi el 12% de la ingesta energética de referencia (2.000 kcal diarias).
- En cuanto a la lista de ingredientes, solo el tocino de cielo está elaborado sin aditivos ni ingredientes que no se asemejen a los que tenemos en casa. Pero, para el resto, los aditivos están muy presentes, es fácil encontrar listas de ingredientes con más de 10 aditivos y algunos de ellos con una valoración de “no recomendable” en nuestra base de datos de aditivos.
En resumen, son alimentos muy procesados y esto, junto a su composición nutricional poco equilibrada, hace difícil que lleguen a ser una elección aceptable. Aun así, entre ellos hay diferencias: compara y elige:
Postres ricos en proteínas
Sea por el boom de las dietas de adelgazamiento hiperproteicas o por el afán de aumentar y conservar la masa muscular en el deportista o para asegurar el aporte proteico en los veganos o vegetarianos, la oferta de postres enriquecidos con proteínas cada vez está más presente en los lineales: natillas, pudding, cremas...
¿Cómo son estos postres?
Respecto a otros postres lácteos, los postres enriquecidos en proteínas:
- Tienen menos contenido en azúcares, 5 g/ 100 g de producto.
- También cuentan con menos grasas saturadas, 1 g/100 g de producto.
- Su aporte proteico es tres veces superior, en torno al 10%.
Todo esto hace que el Nutriscore de los postres lácteos ricos en proteínas sea una A (mejor valoración). Por lo tanto, desde el punto de vista nutricional, nada que criticar excepto que, si no es necesario, no hay ninguna necesidad de consumir un extra de proteínas. Además, este extra se incrementa bastante ya que el envase mayoritario pesa 160 g. Nuestra dieta ya es de por sí rica en proteínas.
Productos demasiado elaborados
¿De dónde viene el aporte "extra" en proteínas? No es porque el postre tenga más leche, sino que procede de la incorporación de aislados de proteínas procedentes de la leche. Además, se incluyen aditivos, muchos de ellos edulcorantes; y ya sabemos lo que opina la OMS de los edulcorantes. Sin perder de vista, una vez más, los aromas.
En definitiva, un postre con una composición nutricional buena pero un grado de transformación bastante alto. Una elección aceptable, pero no la mejor.
Preguntas frecuentes sobre postres lácteos
¿Qué otros postres se consideran postres lácteos?
Además de los que incluimos en este comparador, otros dulces, como los flanes, las natillas o los helados son también postres que pueden tener la consideración de postres lácteos.
¿Cuál es el mejor postre lácteo?
Siguiendo nuestros criterios, el que tenga los mejores valores nutricionales y el menor grado de transformación. Ahora bien, si ese postre te lo tomas todos los días … dejará de ser una buena elección.
¿Un postre lácteo es más sano que un trozo de tarta?
Desde el punto de vista nutricional es posible encontrar algún postre lácteo con una composición lo suficientemente saludable que se traduzca en un Nutriscore A. Pero esto no quita que siguen siendo productos cuyo consumo debe realizarse de forma ocasional. El Nutriscore permite comparar productos de una misma categoría, pero sin perder de vista que, en el caso de los postres lácteos, siguen siendo alimentos con un alto grado de transformación.
¿Cuál es la mejor alternativa al postre lácteo?
Sin lugar a duda, la fruta fresca o el yogur natural. Y si la comida no ha sido muy copiosa una ensalada de fruta fresca con yogur natural.
¿Cuántas calorías tiene un postre lácteo?
Pues depende, pero nuestro estudio del etiquetado de 125 productos revela que 100 g de estos postres pueden rondar unos 130 kcal (en el caso del arroz con leche o la copa de chocolate y nata) hasta más de 260, como el tocino de cielo o la panna cotta.