Guía de compra

Cómo elegir una hamburguesa de vacuno

analizamos hamburguesas de supermercado

Una hamburguesa es un plato socorrido que gusta a niños y mayores y se come fácilmente. Si, además, la compras preparada, la complicación en la cocina es mínima. Hemos analizado las hamburguesas frescas de vacuno, de venta en supermercado. Si consumes estos productos, te damos las claves para acertar y elegir un buen producto.

A priori, una hamburguesa es como un filete de carne picada con forma redondeada al que se le puede añadir alguna especia (sal, pimienta, etc.) y algún tipo de hortaliza (cebolla picada, por ejemplo).

Como la carne picada es un producto muy perecedero, la práctica totalidad de productos que se comercializan como hamburguesas llevan aditivos para que duren más tiempo (conservantes) y, además, tengan buen aspecto (antioxidantes).

Tipos de hamburguesas

Por el tamaño

En el lineal del supermercado tenemos bandejas de hamburguesas grandes, de entre unos 115 y 200 g la unidad, y de hamburguesas pequeñas, de entre unos 80 y 100 g cada una.

En una bandeja de hamburguesas grandes generalmente vienen 2 piezas, mientras que el número de pequeñas suele ser de 4, 6 o más.

La elección es tuya, ¿prefieres hamburguesas grandes o pequeñas?

Por la composición: de carne, preparado de carne o Burger meat

Independientemente del tamaño, existen 3 tipos de hamburguesas según el porcentaje de carne incluido, de acuerdo a la normativa vigente:

  • Hamburguesa de carne picada. Es la denominación de las hamburguesas elaboradas 100% con carne picada, no llevan más ingredientes. Además se garantiza que la carne cumple unos estándares de calidad.
  • Hamburguesa de preparado de carne. Las hamburguesas del supermercado reciben esta denominación cuando además de la carne picada incluyen en la composición otro tipo de alimentos, se les añaden otros productos como hortalizas, especias y aditivos permitidos. Deben indicar el porcentaje real de carne.
  • Burger Meat. Estos productos son una categoría dentro de los preparados de carne. Deben llevar obligatoriamente un mínimo del 4% de cereales y/u hortalizas. Y se les permite añadir sulfitos.

Atención a los sulfitos

Los sulfitos que llevan los Burger meat son conservantes que inhiben el crecimiento de bacterias, mohos y levaduras, además de mantener el color original de la carne. Pero no son del todo inocuos: si se toman en dosis altas, pueden ocasionar vómitos y dolores abdominales; a las personas sensibles les producen dolores de cabeza, náuseas, etc. Deben tenerse en cuenta, sobre todo si las hamburguesas se acompañan de salsas que también los contienen.

Si no quieres tomar sulfitos, elige hamburguesas en el supermercado en cuyo etiquetado ponga “preparado de carne”, que no sea Burger meat.

Cuáles son las mejores hamburguesas

hamburguesas frescas

De nuestro análisis de hamburguesas frescas de supermercado, hemos encontrado algunos productos que destacan por su buena calidad, mientras que otros dejan que desear, por su composición, o por problemas de higiene. Descubre cuáles son los mejores productos: consulta todos los detalles en nuestro comparador.

COMPARADOR DE HAMBURGUESAS

Preguntas frecuentes sobre hamburguesas

 ¿Cuánto aguantan en la nevera?

Aunque todas sean frescas, la caducidad depende del tipo de hamburguesa:

  • Las de carne picada 100% deben consumirse en el día, por ello es raro encontrarlas en bandeja en el supermercado.
  • Las hamburguesas de preparado de carne y Burger meat, por llevar conservantes, pueden estar varios días en el frigorífico. 

 ¿Una hamburguesa equivale a un filete?

Frente a la carne de ternera, una hamburguesa de preparado de carne o Burger meat es nutricionalmente peor.

De media, tiene más del doble de grasa, menos proteínas, tiene hidratos de carbono (en forma de azúcar o almidón) y mucha sal. Al cocinar estas hamburguesas, no hace falta añadir sal.

¿Cómo hacer una hamburguesa casera?

Anímate a hacerlas tú mismo. Necesitas carne de añojo picada, y poco más: por 400 g de carne, 50 g de miga de pan remojada y muy escurrida, medio huevo, sal y pimienta. Se trabaja la mezcla, a la que se pueden añadir otros ingredientes (por ejemplo, cebolla y mantequilla mezcladas), y una vez ligado, se les da forma redondeada