Aceitunas y encurtidos
¿No puedes resistirte a picar entre horas? ¿Te apetece disfrutar de un aperitivo sin comprometer el consumo de calorías? Los encurtidos pueden ofrecer una alternativa más saludable que las patatas y aperitivos fritos. Pepinillos, berenjenas, cebollitas, alcaparras, o las populares aceitunas son una opción más ligera y nutritiva, aunque no apta para todas las dietas.
Los encurtidos son vegetales que tras someterlos a un complejo proceso de salmuera, a base de vinagre y sal, se convierten en un aperitivo muy valorado en nuestra dieta mediterránea. Entre los encurtidos más conocidos encontramos berenjenas, alcaparras, cebollitas y pepinillos. Las aceitunas y altramuces también se consideran variantes, aunque siguen un proceso de salmuera y conservación diferente.
El proceso se salmuera de los encurtidos es complejo. Primero se seleccionan los frutos antes de estar en su punto de madurez y luego se someten a un lavado para evitar que posibles restos, como los hongos, los estropeen. Se introducen después en una salmuera, con alto contenido en sal, donde los nutrientes del vegetal se difunden. Esto produce múltiples cambios químicos y físicos en el producto, que llega incluso a variar su textura. A veces se realiza un proceso de fermentación.
Para que los podamos consumir, los vegetales se desalan mediante sucesivos lavados y luego se aliñan mediante la adición de varias sustancias (principalmente vinagre, aceite, especias, plantas aromáticas entre otras) que proporcionan ese sabor agrio y fuerte característico de los encurtidos y que varía según el producto y la zona donde se elabore. Finalmente los encurtidos se someten a un tratamiento térmico para garantizar su conservación.
Son una mejor opción para picar que los fritos y las patatas, ya que casi todos los encurtidos tienen menos calorías y aportan más nutrientes. Por ejemplo, los pepinillos tienen pocas calorías y las alcaparras también, y además su contenido de agua es elevado, por ello se convierten en una alternativa a otros aperitivos en dietas hipocalóricas.
En el caso de las aceitunas, constituyen los variantes con mayor aporte calórico, ya que son productos muy grasos por naturaleza, aunque se trate de grasa saludable. Las aceitunas verdes son más ligeras que las negras y además contienen más agua y menos sodio. El inconveniente de estos aperitivos, sobre todo la aceituna negra, es su alto contenido en sal, por lo que no son convenientes para personas con hipertensión.
Algunos fabricantes añaden a sus productos sustancias con "efectos saludables" que realmente no aportan nada especial que no pueda encontrar con una dieta equilibrada. Desconfíe de los beneficios nutricionales de los omega-3, la soja o la fibra que algunos fabricantes añaden a sus aceitunas. Es mejor consumir pescado, que aporta aceite linoleico de forma natural, o incluir fruta, verdura y cereales en la dieta diaria para asegurar la cantidad de fibra que necesite nuestro organismo.
A la hora de comprar estos productos, puede encontrarse una gran variedad de encurtidos y aceitunas, con distintas categorías según su calidad, y en diferentes presentaciones. Los productos más caros son la aceituna gordal (unos 8 euros/kg sin hueso), la rellena de anchoa (unos 7 euros/kg) y la berenjena de Almagro (unos 6 euros/kg).
Los encurtidos se venden de forma generalizada envasados o a granel, pero en este último caso el precio puede dispararse casi el triple que el envasado.
Para conservar bien los encurtidos a granel o una vez abierto el envase, guárdelos en la nevera. Si el envase es de cristal, mejor manténgalo alejado de la luz.
Los encurtidos son vegetales que tras someterlos a un complejo proceso de salmuera, a base de vinagre y sal, se convierten en un aperitivo muy valorado en nuestra dieta mediterránea. Entre los encurtidos más conocidos encontramos berenjenas, alcaparras, cebollitas y pepinillos. Las aceitunas y altramuces también se consideran variantes, aunque siguen un proceso de salmuera y conservación diferente.
El proceso se salmuera de los encurtidos es complejo. Primero se seleccionan los frutos antes de estar en su punto de madurez y luego se someten a un lavado para evitar que posibles restos, como los hongos, los estropeen. Se introducen después en una salmuera, con alto contenido en sal, donde los nutrientes del vegetal se difunden. Esto produce múltiples cambios químicos y físicos en el producto, que llega incluso a variar su textura. A veces se realiza un proceso de fermentación.
Para que los podamos consumir, los vegetales se desalan mediante sucesivos lavados y luego se aliñan mediante la adición de varias sustancias (principalmente vinagre, aceite, especias, plantas aromáticas entre otras) que proporcionan ese sabor agrio y fuerte característico de los encurtidos y que varía según el producto y la zona donde se elabore. Finalmente los encurtidos se someten a un tratamiento térmico para garantizar su conservación.
Son una mejor opción para picar que los fritos y las patatas, ya que casi todos los encurtidos tienen menos calorías y aportan más nutrientes. Por ejemplo, los pepinillos tienen pocas calorías y las alcaparras también, y además su contenido de agua es elevado, por ello se convierten en una alternativa a otros aperitivos en dietas hipocalóricas.
En el caso de las aceitunas, constituyen los variantes con mayor aporte calórico, ya que son productos muy grasos por naturaleza, aunque se trate de grasa saludable. Las aceitunas verdes son más ligeras que las negras y además contienen más agua y menos sodio. El inconveniente de estos aperitivos, sobre todo la aceituna negra, es su alto contenido en sal, por lo que no son convenientes para personas con hipertensión.
Algunos fabricantes añaden a sus productos sustancias con "efectos saludables" que realmente no aportan nada especial que no pueda encontrar con una dieta equilibrada. Desconfíe de los beneficios nutricionales de los omega-3, la soja o la fibra que algunos fabricantes añaden a sus aceitunas. Es mejor consumir pescado, que aporta aceite linoleico de forma natural, o incluir fruta, verdura y cereales en la dieta diaria para asegurar la cantidad de fibra que necesite nuestro organismo.
A la hora de comprar estos productos, puede encontrarse una gran variedad de encurtidos y aceitunas, con distintas categorías según su calidad, y en diferentes presentaciones. Los productos más caros son la aceituna gordal (unos 8 euros/kg sin hueso), la rellena de anchoa (unos 7 euros/kg) y la berenjena de Almagro (unos 6 euros/kg).
Los encurtidos se venden de forma generalizada envasados o a granel, pero en este último caso el precio puede dispararse casi el triple que el envasado.
Para conservar bien los encurtidos a granel o una vez abierto el envase, guárdelos en la nevera. Si el envase es de cristal, mejor manténgalo alejado de la luz.