Así analizamos

Así analizamos los colchones

10 julio 2019
El mejor colchón de OCU

¿Te has preguntado cómo se sabe si un colchón es bueno? Tumbarte para comprobar si te resulta cómodo es un buen comienzo desde luego, pero hay otros aspectos relevantes que demuestran la calidad de un colchón y el precio no es uno de los más relevantes porque no siempre el más caro es el mejor. Te decimos cómo analizamos los colchones y en qué nos basamos para elegir el mejor.

Para saber cuáles son los mejores colchones, en OCU realizamos primero un estudio de mercado para seleccionar los modelos más vendidos y más interesantes para el consumidor. Después los compramos de manera anónima y los enviamos a un laboratorio especializado para su análisis. En esta selección se incluyen colchones de látex, espuma, viscoelásticos, de muelles sencillos, continuos y de muelles ensacados y los enviamos a un laboratorio especializado

A todos los colchones seleccionados se les realizan diferentes pruebas de calidad, todas concienzudas y minuciosas.

  • Firmeza. La firmeza es una de las características en las que primero se fija el usuario, comprobando si el colchón le resulta duro o blando. Pero lo que para el usuario es solo una sensación el laboratorio tiene maneras de medirlo y valorarlo técnicamente. Además los datos revelan que hay fabricantes que aseguran que sus colchones son muy duros y en realidad no lo son tanto.
  • Independencia de lados. Otra prueba que realiza el laboratorio consiste en presionar a la vez en dos puntos alejados 50 cm con una máquina para ver si la zona intermedia se hunde o no le afecta y se mantiene independiente.
  • Distribución de presiones. Mediante una colchoneta sensible a las presiones el laboratorio puede conocer dónde se ejerce la presión más alta y su valor. Aunque las presiones siempre se concentran en hombros y cadera, algunos colchones reparten las presiones de manera más uniforme que otros. 
  • Estabilización. En esta prueba se deja caer un peso sobre la superficie del colchón y se detecta el número de rebotes hasta que el peso para. Pocos rebotes significa que el colchón amortigua los impactos y muchos que el colchón oscila mucho cuando el usuario se mueve en la cama. Lo ideal en estos casos es un término medio porque algo de elasticidad ayuda a darse la vuelta, y si la oscilación se detiene pronto no interfiere con el sueño.
  • Adaptabilidad. La prueba de adaptabilidad es de las más importantes, ya que define la calidad de un colchón. Mide la capacidad de soporte y cómo se adapta el colchón para mantener el perfil del cuerpo del durmiente, desde los hombros, la columna vertebral, la cadera y las piernas. El laboratorio lo mide con unas varillas de alambre conectadas a unos sensores en donde quedan registrado el movimiento ascendente y descendente de la superficie del colchón bajo el peso del del cuerpo del usuario. Un programa informático se encarga de compar estos datos con la forma de la espalda de varios usuarios sanos.

  • Sensación térmica y comportamiento viscoelástico. En una cámara climatizada, en condiciones de humedad y temperatura controladas, medimos la energía que necesita un aparato colocado sobre un colchón dentro de la cámara para mantener estable una temperatura de 37 ºC. Esto consigue identificar qué colchones son más adecuados para personas calurosas y personas frioleras. También se mide la respuesta de los materiales viscoelásticos a distintas temperaturas y se comprueba la absorción de sudor.
  • Durabilidad. ¿Cuánto dura un colchón? ¿Cada cuánto tiempo hay que cambiarlo? La prueba de la durabilidad es una prueba importante. La mayoría de los usuarios prefiere que su colchón le dure bastante y es una de las razones por las que suele decidirse entre uno y otro. La media de vida de un colchón suele ser de 8 a 10 años aproximadamente. Todo depende de la deformación generada, la pérdida de altura y de la adaptabilidad del usuario. Las pruebas que realiza el laboratorio son llamativas, ya que consisten en pasar un rodillo de 140 kg sobre la superficie del colchón hasta que completa 60.000 ciclos de ida y vuelta. Al final de la prueba se valora las pérdidas de las propiedades del colchón. También se abre para observar los posibles daños en el núcleo y en las capas internas.
  • Construcción. Para evaluar la construcción del colchón el laboratorio comprueba todas las capas, desde el textil del tapizado en la parte externa como el resto de las capas de acolchado de espumas de distintas características. Las capas de acolchado se caracterizan por su composición y densidad por eso se recorta una pieza de una superficie conocida para pesarla. También se analizan los muelles en el caso de que los tuviera y por supuesto se tienen en cuenta las medidas del colchón para ver si son exactas.
  • Análisis de espumas. Los colchones incluyen varias capas de espuma, incluso también en aquellos que sean de muelles, por eso el laboratorio comprueba si los compuestos volátiles que emiten estas espumas son perjudiciales para la salud. Para su análisis se recorta una parte, se envuelve para aislarla del ambiente y que no pierda las emisiones que genera y se envía al laboratorio para su análisis.

Comparador de colchones de OCU

Cuando el laboratorio nos envía los resultados, en OCU los estudiamos, valoramos y actualizamos el comparador de colchones de OCU. De esta manera podrás saber qué colchones recomendamos, cuáles cumplen con las pruebas de calidad exigidas y qué colchón es el merecedor de conseguir el galardón de Compra Maestra, Compra Ventajosa o Mejor del Análisis. Entra en nuestro comparador y elige tu mejor colchón.

Elige el mejor colchón