¿Qué cámara compro?

Las cámaras de los smartphones, cada vez más logradas, han ido poco a poco ganando terreno a las cámaras de fotos de toda la vida, en especial a las pequeñas compactas. En cualquier sitio, a cualquier hora, solo tenemos que tirar de móvil para tener un recuerdo de nuestros mejores momentos.

No obstante, hay prestaciones que no se pueden conseguir con la cámara del móvil, por muy sofisticada que sea. Lo cierto es que los auténticos aficionados a la fotografía siguen reclamando máquinas con sensores, ópticas y funciones más completas y refinadas.

Para esos usuarios avanzados, el dilema está entre elegir una cámara compacta avanzada, o decantarse por una réflex sin espejo.

¿Cómo es una compacta avanzada?

Las cámaras de usuario avanzado o bridge son un aparato a medio camino entre las cámaras compactas automáticas básicas y las reflex tradicionales: sus prestaciones hacen que hayan sido diseñadas para un uso más manual y profesional que las compactas clásicas.

• La óptica es fija, no tiene objetivos intercambiables, pero suelen ofrecer un amplio rango focal.
• Ofrecen la opción de enfoque manual.
• Control de exposiciones y velocidades.
• Se pueden tomar fotos en formato Raw.
• Compactas y ligeras, no siempre son tan fáciles de controlar en modo manual.

¿Cómo es una réflex sin espejo?

Se usan distintas siglas para identificar estas cámaras (MILC, EVIL, DSLM, MSC), son más compactas que una clásica réflex, pero sigue manteniendo los diferentes objetivos que definen las réflex.

• Cuenta con varias ópticas, como cualquier réflex. Además, sin espejo hay menos trepidación al disparar, con lo que se obtienen fotos más nítidas.
• No dispone del visor óptico de las reflex con espejo.
• Cuenta con sensores más grandes que los de otras cámaras, lo que se traduce en más calidad de imagen.