Enfermedad de Parkinson: no solo temblor
En España hay más de 150.000 enfermos de Parkinson. Hoy, 11 de abril, se celebra el Día Mundial del Parkinson, un buen momento para saber más sobre esta enfermedad degenerativa, cuyo tratamiento requiere una atención integral.
Este 11 de abril se celebra el Día Mundial del Parkinson, enfermedad degenerativa del sistema nervioso central que se calcula que en España afecta a unas 150.000 personas.
Se caracteriza por enlentecimiento de los movimientos, rigidez y temblor, síntomas que se deben a la disminución de la dopamina, sustancia que actúa como neurotransmisor en puntos concretos del cerebro.
La enfermedad de Parkinson
En la mayoría de los casos la enfermedad de Parkinson se presenta entre los 55 y los 75 años. Su causa última es todavía desconocida.
El temblor característico del Parkinson aparece en reposo, y se atenúa o incluso desaparece con el movimiento, a diferencia de otros temblores más habituales, que aparecen al mantener una postura determinada, como escribir, al usar una herramienta, o simplemente al mantener las manos extendidas hacia delante. Estos casos, de hecho, no suelen deberse a enfermedad de Parkinson. En contra de lo que mucha gente piensa, el temblor no suele ser el síntoma más incapacitante: lentitud y torpeza de movimientos, dificultad para caminar o rigidez, entre otros, suelen ser más limitantes que el propio temblor.
Tratamientos
La enfermedad de Parkinson se trata con diversos medicamentos que sustituyen la acción de la dopamina en el cerebro. El tratamiento no es curativo, pero sirve para reducir los síntomas durante los primeros años. Con el paso del tiempo su eficacia disminuye y aumentan los efectos secundarios.
Aspectos fundamentales del tratamiento deben ser también la fisioterapia y la terapia ocupacional, para luchar contra el agarrotamiento muscular y reeducar a los enfermos de forma que, conforme la enfermedad avanza, se desenvuelvan en su entorno con la mayor autonomía posible.
En casos seleccionados puede practicarse una intervención quirúrgica sobre el cerebro para reducir los síntomas, bien desactivando algunas áreas del cerebro, bien estimulándolas mediante dispositivos eléctricos.
Es necesaria una asistencia integral y especializada
El Día Mundial es una buena ocasión para, desde OCU, reiterar la necesidad de mejorar la atención de los enfermos de Parkinson. Hace falta, a este respecto, una mejor formación de los médicos de atención primaria en enfermedades neurológicas. Esto ayudaría a diagnosticar y tratar cuanto antes el problema y a hacerlo de forma correcta.
Una vez hecho el diagnóstico, debe existir un seguimiento especializado e individualizado de cada paciente, lo que exige que haya una buena red de neurólogos en los centros de asistencia ambulatoria. Es necesario además un abordaje integral del tratamiento que incluya fisioterapia, rehabilitación, logopedia, terapia ocupacional, tratamiento de las complicaciones y, cuando sea necesario, cuidados paliativos. Y en aquellos casos muy concretos que puedan beneficiarse del mismo, acceso al tratamiento quirúrgico sin demoras injustificadas.
Este 11 de abril se celebra el Día Mundial del Parkinson, enfermedad degenerativa del sistema nervioso central que se calcula que en España afecta a unas 150.000 personas.
Se caracteriza por enlentecimiento de los movimientos, rigidez y temblor, síntomas que se deben a la disminución de la dopamina, sustancia que actúa como neurotransmisor en puntos concretos del cerebro.
La enfermedad de Parkinson
En la mayoría de los casos la enfermedad de Parkinson se presenta entre los 55 y los 75 años. Su causa última es todavía desconocida.
El temblor característico del Parkinson aparece en reposo, y se atenúa o incluso desaparece con el movimiento, a diferencia de otros temblores más habituales, que aparecen al mantener una postura determinada, como escribir, al usar una herramienta, o simplemente al mantener las manos extendidas hacia delante. Estos casos, de hecho, no suelen deberse a enfermedad de Parkinson. En contra de lo que mucha gente piensa, el temblor no suele ser el síntoma más incapacitante: lentitud y torpeza de movimientos, dificultad para caminar o rigidez, entre otros, suelen ser más limitantes que el propio temblor.
Tratamientos
La enfermedad de Parkinson se trata con diversos medicamentos que sustituyen la acción de la dopamina en el cerebro. El tratamiento no es curativo, pero sirve para reducir los síntomas durante los primeros años. Con el paso del tiempo su eficacia disminuye y aumentan los efectos secundarios.
Aspectos fundamentales del tratamiento deben ser también la fisioterapia y la terapia ocupacional, para luchar contra el agarrotamiento muscular y reeducar a los enfermos de forma que, conforme la enfermedad avanza, se desenvuelvan en su entorno con la mayor autonomía posible.
En casos seleccionados puede practicarse una intervención quirúrgica sobre el cerebro para reducir los síntomas, bien desactivando algunas áreas del cerebro, bien estimulándolas mediante dispositivos eléctricos.
Es necesaria una asistencia integral y especializada
El Día Mundial es una buena ocasión para, desde OCU, reiterar la necesidad de mejorar la atención de los enfermos de Parkinson. Hace falta, a este respecto, una mejor formación de los médicos de atención primaria en enfermedades neurológicas. Esto ayudaría a diagnosticar y tratar cuanto antes el problema y a hacerlo de forma correcta.
Una vez hecho el diagnóstico, debe existir un seguimiento especializado e individualizado de cada paciente, lo que exige que haya una buena red de neurólogos en los centros de asistencia ambulatoria. Es necesario además un abordaje integral del tratamiento que incluya fisioterapia, rehabilitación, logopedia, terapia ocupacional, tratamiento de las complicaciones y, cuando sea necesario, cuidados paliativos. Y en aquellos casos muy concretos que puedan beneficiarse del mismo, acceso al tratamiento quirúrgico sin demoras injustificadas.