6 consejos para estar seguro sin pagar de más

A veces, los seguros que contratamos incluyen coberturas innecesarias o que con el tiempo dejan de sernos útiles. Otras veces, contratamos un seguro con buen precio y un descuento... pero esa ventaja se diluye en años sucesivos. La realidad es que nos encontramos con un seguro que no nos gusta, y que además, nos sale bastante caro. ¿Es tu caso? No te conformes: puedes cambiar las cosas.

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Y 6 puntos para no equivocarte

1. Revisa las coberturas que tienes contratadas para ver si se ajustan a lo que necesitas. Si no es así, elimina las innecesarias.
2. Plantéate contratar el seguro con franquicia. Las franquicias, que es la parte que pagarías tú si se producen daños, son una buena opción para abaratar la prima sin dejar de hacer frente a los siniestros importantes.
3. Apunta la fecha de vencimiento de tu seguro. Al menos tres meses antes de que cumpla el plazo de la póliza, consulta nuestros comparadores y pide varios presupuestos a distintas compañías por ejemplo, en las que tú o tus familiares tengáis otras pólizas contratadas. Así tendrás tiempo de valorar y decidir lo que te interesa, porque si piensas cambiar, deberás avisar a tu actual aseguradora con más de un mes de antelación.
4. Renegocia con tu aseguradora con los presupuestos de las otras compañías y, si fuera posible, de ella misma para mostrar que contratar de nuevo resulta más interesante que renovar la póliza actual. Después, comprueba si el cambio, en conjunto, interesa.
5. En el caso del seguro de hogar, es buena idea pedir presupuesto en la aseguradora de la comunidad de propietarios. Haciéndolo así, además, evitarás conflictos entre aseguradoras en caso de un siniestro. Además, si puedes confirmar que tienes bien asegurados los elementos privativos en la póliza de la comunidad, podría interesar asegurar la vivienda a primer riesgo (no se reduciría proporcionalmente la indemnización) por un pequeño importe: de unos 6.000 a 10.000 euros.
6. Ten en cuenta que en los seguros de coche no suele interesar mantener el seguro a todo riesgo después del quinto año de antigüedad, salvo que por las bonificaciones acumuladas su precio sea similar al seguro a terceros ampliado con lunas, robo e incendio. 

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