Consejos

Herencias que dejas o recibes: piensa en ellas

19 marzo 2014
herencia

De nuestra última encuesta sobre herencias se deduce que, ya sea por pereza, superstición o pura y simple falta de previsión, muchos españoles no saben gran cosa de las herencias. Si eres de esos, es bueno que te hagas una composición de lugar. Por ti y por los tuyos.

Testamentos y herencias 

Es importante conocer algunas cosas muy básicas sobre las herencias, poniéndose en la piel del que deja sus bienes y en la piel del que los recibe. ¿Por qué?

Para empezar, hay un 10% de herencias conflictivas y de ellas, la cuarta parte está enquistada, pues el conflicto sigue abierto tras cinco años de discusiones.

Cuando hay conflictos, es muy común que un inmueble recibido en proindiviso sea el motivo de los roces. Teniendo en cuenta que los inmuebles son el bien protagonista de las herencias españolas, no está de más intentar anticiparse a los problemas y atajarlos de raíz.

Sin embargo, casi dos tercios de los encuestados no han previsto nada con respecto a la forma en la que van a transmitir sus bienes.

Por el lado de los herederos, tampoco están las cosas muy claras: un 86% de la gente no sabe cuántos impuestos tendría que pagar si recibiera hoy una herencia.

¿No sabes nada de este tema? Pues te brindamos la información más básica que concierne a las herencias. Eso sí, recuerda que el Impuesto de Sucesiones lo gestionan las comunidades autónomas y tiene muchas variantes regionales. Los consejos valen sobre todo en el territorio común y no tanto en los territorios forales (País Vasco, Navarra), donde heredar tiene un trato muy ventajoso.

¿Qué pasa si no hago testamento? 

Empecemos por lo que te interesa saber cuando se trata de dejar tus bienes a otros:

  • Si no planificas nada y no haces testamento, tu herencia se transmitirá de la forma que la ley prevé por defecto.
  • Tus bienes se repartirán entre tus herederos: tu viudo (si lo tienes, siempre hereda una parte), tus hijos y nietos (si los tienes, siempre heredan otra parte o bien todo cuando no hay viudo) y tus padres o abuelos (que solo son herederos forzosos si no tienes descendientes). De no existir herederos forzosos, heredarán tus hermanos, tus sobrinos, tus tíos y tus primos. Por último, si careces de herederos, tus bienes pasarán al Estado.
  • Cada heredero recibirá la porción de la herencia que marque la ley. Por ejemplo, si solo tienes hijos, lo recibirán todo a partes iguales. Y si tienes cónyuge y padres, pero no hijos, tu viudo recibirá el usufructo de la mitad de la herencia y tus padres la nuda propiedad de esa mitad y la plena propiedad de la mitad restante, repartidas entre ellos por igual.
  • Si el reparto legal no coincide con tus deseos, tienes que hacer testamento. Por ejemplo, no te queda más remedio que testar si quieres beneficiar a tu pareja de hecho o a un amigo o bien quieres que uno de tus hijos reciba una porción mayor que los demás, por ejemplo, porque sufre una discapacidad.
  • Hacer testamento no significa repartir libremente como tú quieras. Si tienes herederos forzosos, debes disponer que esas personas reciben al menos su “legítima”, que es el mínimo que la ley obliga a dejarles. Si no lo haces, los herederos forzosos perjudicados pueden impugnar el testamento y al final tus planes serían ignorados en favor del reparto legal por defecto.
  • Si haces testamento, lo mejor es hacerlo ante notario, ya que es barato y te aseguras de que no tomas decisiones contrarias a la ley. Además, es conveniente que guardes una copia del testamento en casa y que si lo cambias, destruyas el anterior para no causar confusión.
  • Tus herederos tendrán que declarar el Impuesto de Sucesiones por los bienes que les dejes. Heredar les puede salir muy caro, sobre todo en aquellas comunidades donde el impuesto es alto. Para evitar que los impuestos dejen la herencia muy mermada o que tus herederos se vean incapaces de pagar el impuesto y disfrutar de la herencia, puedes transmitirles en vida tus bienes o parte de ellos recurriendo a las donaciones. Pero esta estrategia, que merece un estudio previo muy afinado, solo sirve en las familias muy unidas y cuando se tienen las ideas muy claras.
  • Si quieres beneficiar a tus sobrinos, tus tíos o a otras personas que no son parientes, más te vale empezar a disfrutar con ellos de tus bienes ahora, porque la herencia en estos casos obliga a pagar un impuesto muy alto.

Recibir una herencia: cómo funciona una herencia y cuantos impuestos pagas 

Vayan ahora los consejos básicos para quienes reciben una herencia:

  • Si fallece alguien de quien crees que puedes ser beneficiario, solicita su certificado de defunción y preséntalo en el Registro de Últimas Voluntades, donde te dirán si figuras en el testamento (esto solo sirve si el difunto había hecho testamento notarial).

¿Se heredan las deudas de créditos y préstamos?

  • Si aceptas una herencia, no solo aceptas los bienes sino también las deudas. Si las deudas son mayores que los bienes, tendrás que responder de ellas con el patrimonio que tengas. Por ejemplo, si heredas un piso con una hipoteca más alta de lo que hoy día vale el piso, tendrás que pagar la hipoteca y responder de ella con lo que tuvieras antes de heredar. Para evitar encontrarte pillado, puedes aceptar la herencia “a beneficio de inventario”, de modo que solo los bienes heredados responden de las deudas. Si no bastan para saldarlas, los acreedores no pueden ir contra tu patrimonio. Y si por el contrario sobra algo después de pagarlas, se reparte entre los herederos.
  • Heredar obliga a declarar el Impuesto de Sucesiones, que es más alto o más bajo dependiendo del valor de los bienes heredados, de tu parentesco con el difunto y del patrimonio que tú poseas al heredar. Los dos últimos factores no se pueden cambiar, pero sin embargo es posible recortar los impuestos haciendo una buena valoración de los bienes heredados y adjudicándolos del modo más conveniente para el conjunto de los herederos.

Cómo ahorrar impuestos al heredar

  • Si has heredado junto con tus hijos, piensa en la posibilidad de renunciar a tu parte de forma “pura y simple”, para que engorde lo que ellos reciban. Así evitas que la herencia tribute dos veces, una al heredar tú y otra al heredar tus hijos cuando tú fallezcas. Todo ello, se sobreentiende, si tu relación con tus hijos es estrecha y vas a poder disfrutar de la herencia en la práctica igual que si la hubieras recibido.