Informe

Consumo entre particulares: el poder de la colaboración

20 abril 2016
consumo colaborativo

Según una encuesta realizada por OCU en 2015, el 74 % de las personas preguntadas ha participado alguna vez en su vida en algún tipo de iniciativa de consumo entre particulares. Compartir el coche, comprar o vender por internet algún producto de segunda mano... ¿Tú ya lo has probado?

Lo cierto es que el consumo colaborativo no es una práctica nueva, aunque desde hace unos años le pongamos esa etiqueta. Desde siempre ha habido personas que se han puesto de acuerdo para compartir el coche (y los gastos) para ir al trabajo u otras que se han intercambiado, por ejemplo, un arreglo de fontanería por un traslado de materiales en furgoneta.

Sin embargo, los medios de comunicación han puesto de relieve, durante los últimos años, el fenómeno de plataformas que a través de aplicaciones (apps) y sitios web ponen en contacto a prestadores de servicios o personas que venden algo con gente que quiere hacer uso de ellos o comprarlos. Tanto lo de “toda la vida”, con vecinos o conocidos, como las nuevas iniciativas online con desconocidos, son distintos tipos de consumo colaborativo.

Las posibilidades del consumo entre particulares son muchas: desde alquilar una vivienda para un fin de semana o unos días de vacaciones, pasando por vender por internet algo que ya no vamos a utilizar o poner en marcha un proyecto a través de micromecenazgo (crowdfunding), hasta ceder nuestro “tiempo” a cambio del de otra persona (haciendo algo que sabemos y recibiendo algo que necesitamos).