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Movilidad urbana, ¿cuál es el transporte más usado?

23 mayo 2018
Movilidad urbana

Pese a los atascos, las dificultades para aparcar y la contaminación que generan los motores de combustión, uno de cada cuatro urbanitas coge el coche prácticamente a diario por ser rápido y más cómodo, según los datos de nuestra encuesta realizada en las 5 ciudades con más población de España. ¿Qué se podría mejorar para conseguir una movilidad más sostenible?

La calidad de vida en las ciudades está en gran medida condicionada por la facilidad para moverse por ella, ya sea andando, usando el transporte público, pedaleando sobre una bici o conduciendo un vehículo privado, aunque en el caso de las urbes con altas densidades de población el automóvil debería ser siempre la última opción: más coches implican necesariamente más atascos, más accidentes, más contaminación y más ruido. Entonces, ¿por qué, viviendo dentro del perímetro de la ciudad son tantos los que siguen prefiriendo el coche?

Movilidad urbana

Realizamos una encuesta a 1.421 personas entre 25 y 74 años residentes en el perímetro urbano de las cinco ciudades con más población de España: Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla y Zaragoza. ¿Sus principales criterios para elegir un medio de transporte? La duración del recorrido y la comodidad. Es decir, a pesar del tiempo perdido en atascos y buscando aparcamiento, el vehículo privado sigue siendo para muchos más rápido y más confortable. O, visto de otra manera, quizá el autobús, el metro, el tranvía o el tren de cercanías deberían mejorar su extensión, conectividad y frecuencia. De hecho, más de la mitad de los conductores admiten que usarían menos el coche si mejorara el servicio del transporte público.

Nuestro estudio en 5 ciudades

Madrid: el metro es el rey

 Los madrileños son los más satisfechos con su red de transporte. El tren de cercanías y el metro son sus preferidos. Este último lo usa un 27 % casi a diario, aunque también apuntan problemas de comodidad y con la frecuencia de paso. El coche está igualmente muy presente, a pesar de los atascos (el 57 % sufre alguno al menos una vez por semana), las dificultades para aparcar y el pobre mantenimiento de las vías. En cuanto al uso de bici es muy residual. Las condiciones para usarla son malas. Y hay poca satisfacción con el servicio público de alquiler.

Barcelona: la ciudad de los motoristas

Llama la atención la alta proporción de motoristas frente a automovilistas. La frecuencia de los atascos y las dificultades para aparcar el coche parece que contribuyen a ello. La Ciudad Condal destaca además por su buena red de transporte público, aunque se considera un servicio caro. El metro es el mejor valorado, mientras que el autobús obtiene los mejores resultados entre las cinco capitales (ojo, el tren de cercanías ofrece los peores). El uso de la bici es limitado. En este caso juegan en su contra el tráfico, la inseguridad y la polución.

Valencia: se usa poco el transporte público

Sorprende el escaso uso del metro y tranvía, siendo la segunda ciudad por kilómetros de vía. La falta de frecuencia y la impuntualidad son sus principales lastres. El autobús, por su parte, tampoco es que se use demasiado. El coche es muy popular. Si bien hay muchos problemas para encontrar aparcamiento gratuito: el 62 % tarda más de 15 minutos al menos una vez por semana. Incluso pagando es difícil hallarlo. La bicicleta se usa bastante. Los valencianos valoran bien la red de carriles bici, la sensación de seguridad y el servicio de alquiler.

Sevilla: de atasco en atasco

 La ciudad, entre las analizadas, con más y mejores kilómetros de carril bici por habitante es también la que soporta un mayor porcentaje de automovilistas. Y eso a pesar de los atascos (53 % de los conductores los sufren al menos una vez por semana) y las dificultades para aparcar (63 % tarda más de 15 minutos en encontrar una plaza gratuita). La gran cuestión es: ¿por qué se usa tan poco el transporte público? Según la encuesta, la capital andaluza tiene la peor valoración en extensión y conexión de la red.

Zaragoza. Cómoda y segura

Los zaragozanos están entre los más satisfechos con las distintas formas que ofrece la ciudad para moverse. Hay pocos atascos, es fácil aparcar, existen unas más que aceptables condiciones para circular en bici y una relativamente buena red de transporte público, aunque tampoco la utilizan en mayor medida que en otras ciudades. Al tiempo, se percibe una sensación general de seguridad. Claro que no todo es perfecto. Los encuestados apuntan varios servicios mejorables, como la incomodidad del autobús urbano o la dificultad para llevar la bici en el transporte público.

Medidas para evitar la contaminación

Conductores y no conductores parecen ser ya conscientes de la mala calidad del aire que respiramos como consecuencia, entre otras cosas, de la contaminación que generan los motores de combustión (24.000 personas fallecen cada año de forma prematura en nuestro país por este motivo). De ahí que la gran mayoría de los encuestados coincidan en procurar su control, aunque implique reducir su movilidad. Estos son sus principales puntos de vista:

  • Mejoras en el servicio del transporte público haría que se redujese el uso del vehículo privado.

Movilidad urbana

  • El transporte público debería reforzarse en los días de alta contaminación (96 % de los encuestados).
  • Las autoridades deberían promover mediante incentivos fiscales la compra de vehículos poco contaminantes, tipo eléctrico, híbrido, etc. (92 %).
  • Las autoridades tendrían que prohibir o al menos limitar el uso de vehículos muy contaminantes (81 %).
  • En los días de alta contaminación debería restringirse el uso del coche (77 %).

Movilidad urbana

  • Los conductores de coches altamente contaminantes deberían pagar más impuestos y tasas de aparcamiento (60 %).
  • Por su parte, los viandantes se quejan del escaso mantenimiento de las aceras y pasos de peatones (especialmente en Sevilla), así como de la sensación de inseguridad en lo que se refiere a la criminalidad (sobre todo en Madrid y Sevilla). El 61% de los encuestados pide más áreas peatonales o cerradas al tráfico.
  • En cuanto a los ciclistas, su presencia sigue siendo minoritaria en los trayectos habituales, máxime en Madrid. Las principales críticas se refieren a la escasa protección frente al tráfico rodado, la posibilidad de sufrir algún tipo de accidente (especialmente en Madrid y Barcelona) y al grado de contaminación que se respira en las calles. Pese a todo, dos de cada tres encuestados creen que las autoridades deberían promover más el uso de la bicicleta como medio de transporte en la ciudad.

Movilidad urbana

  • Otro servicio novedoso son los coches y motos de alquiler por horas, sin conductor, como Car2go, Avancar, Muving, Bluemove o Emov. Con una flota en muchos casos eléctrica contaminante. No obstante, se trata de un sistema aún muy limitado.
  • Existen además otras tendencias que deberían reforzarse por su contribución a una buena movilidad, como son aquellas que parten de los empleadores. Hablamos de la flexibilidad laboral, cuyo máximo exponente en la posibilidad de trabajar desde el hogar algún día a la semana, o la contratación de un pequeño autobús, a poder ser eléctrico o híbrido, que facilite los traslados de los empleados entre su casa y el trabajo.