Los coches emiten más de lo que anuncian
Alrededor de 24.000 personas fallecen cada año de forma prematura en España por la mala calidad del aire, 20 veces más que en accidentes de tráfico. Si se aplican pruebas en condiciones más reales que las exigidas actualmente para homologación, comprobamos que los modelos actuales emiten más CO2 que lo declarado, el 41% rebasa el límite de emisiones de partículas y el 27% supera lo permitido en NOx.
A pesar de la progresiva reducción de las emisiones contaminantes de los nuevos motores diésel y gasolina, nuestros coches siguen siendo los principales responsables de la mala calidad del aire que respiramos en las ciudades. Es la consecuencia de haber priorizado durante años el transporte privado frente al público, hasta el punto de doblar el parque automovilístico (de 12 a 24 millones de turismos desde 1990). Ahora bien, los fabricantes de coches, los políticos y las instituciones no están libres de culpa. De ellos dependen también gran parte de las soluciones.
Hecha la ley, hecha la trampa
En el caso del CO2, los coches vendidos en la actualidad están homologados de acuerdo con los ciclos NEDC (New European driving cycle) o, los más nuevos, el WLTP (Worldwide harmonized light vechicles test procedure). Estos ciclos simulan una conducción urbana y extraurbana. Sin embargo, la norma permite una serie de “modificaciones” a los coches que van a ser homologados que hacen que el resultado sea más optimista que si se realiza el mismo ciclo en un laboratorio independiente sin modificaciones: usar lubricantes especiales, usar neumáticos sobre inflados, desconectar el alternador… Esta es la razón principal por la que todos los modelos que hemos analizado emiten más CO2 que los valores declarados.
En cuanto a las emisiones de óxidos de nitrógeno y partículas, la actual norma en vigor (Euro 6) fija unos límites máximos de emisiones de estos contaminantes, más estrictas que hace unos años. OCU junto a organizaciones europeas ha realizado las mismas pruebas, los test WLTP en un laboratorio homologado, en coches salidos del concesionario sin modificar. Los resultados de estos test señalan que el 41% de los vehículos rebasa los límites de partículas y el 27% superan el límite legal de NOx. Es por estos motivos que denunciamos que automóviles de todas las marcas superan los valores declarados de emisiones.
Las emisiones de los automóviles son las principales responsables de la mala calidad del aire en las ciudades. Y esto tiene consecuencias graves para la salud de los ciudadanos. A pesar de esta realidad puesta de manifiesto por numerosos estudios, las normas favorecen claramente a la industria con leyes hechas a su medida, en detrimento de la salud de los ciudadanos.
En carretera: cinco veces más
Los resultados de emisiones de óxidos de nitrógeno y partículas son también peores cuando el test se hace en carretera. En la actualidad las emisiones reales de los vehículos en carretera se multiplican por 5 respecto de los valores obtenidos durante la homologación y no hay ninguna norma que sancione este incumplimiento, hasta 2019, en el que las emisiones no podrán superar el doble del valor medio en el laboratorio. En 2021 deberán ser aun menores, no podrán superar en más del 50%.
El problema es de mayor gravedad en los coches antiguos en circulación, que emiten mucho más que los modelos nuevos, porque los límites de emisiones no se aplican a los vehículos puestos en el mercado antes de la aprobación. Y este problema es especialmente relevante en España, donde la edad media de los coches supera los 12 años.
Demanda colectiva por el “Dieselgate” de Volkswagen
Volkswagen durante años falseó las emisiones de sus modelos con motor diésel mediante un software específico para reducir las emisiones durante las pruebas. Unas pruebas como OCU ha puesto de manifiesto que difieren bastante de las condiciones reales de los vehículos. A pesar de la gravedad del engaño llevado a cabo por Volkswagen ningún gobierno europeo ha sancionado a la empresa y menos aún ninguno ha obligado a la empresa a indemnizar a los consumidores por el fraude cometido.
Desde OCU iniciamos acciones legales para defender los intereses de los consumidores a través de una demanda colectiva en la que representamos a 7.200 consumidores y exigimos más de 22 millones de euros en indemnizaciones en concepto de daños y perjuicios. El pasado 6 de abril, después de un considerable retraso, finalmente la demanda civil ha sido admitida a trámite.