Informe

Tips para un desayuno perfecto

26 octubre 2017
Mitos desayuno

Que el desayuno es la comida más importante del día es una frase que escuchamos constantemente. Lo mismo sucede con la idea de que salir de casa en ayunas es un craso error. E incluso, que saltarse el desayuno puede ser una de las causas de la obesidad. Pero, ¿qué hay de cierto o falso en estas afirmaciones?

Cuando se dan recomendaciones a la población en general, se insiste en la importancia del desayuno. La falta de esta primera comida del día se ha asociado con un aumento en la prevalencia del sobrepeso y la obesidad, e incluso un bajo rendimiento escolar. Pero los estudios no son concluyentes, por eso se oyen corrientes de opinión que ponen en entredicho la insistencia de tener que desayunar.

Uno de los puntos polémicos son los alimentos que se publicitan como “ideales” para el desayuno. En su mayoría se trata de bollos, galletas y cereales que no siempre han demostrado tener la mejor composición nutricional para nuestra salud ya que pecan de exceso de azúcar, de grasas e incluso de sal. Por lo tanto, el problema no radica en la ingesta en sí, sino en los alimentos que componen el desayuno. Lo mismo sucede con las demás ingestas del día.

Con todo y con ello, lo que sí es cierto es que con ingestas repetidas a lo largo del día podemos regular mejor nuestro apetito y saciedad. Por eso es mejor comer 5 veces al día, que 3 o incluso 2 donde no habría un desayuno.

Por lo tanto, si alguien tiene cómo hábito no desayunar, ¿hay que obligarle? La respuesta es no. Pero primero hay que saber porque el desayuno no entra dentro de sus hábitos alimentarios.

Desayunes o no, si quieres saber si comes de todo, de manera equilibrada y correcta averígualo con:

Test hábitos alimentarios

Cúal es la mejor hora para desayunar

Hay personas que se levantan con el estómago “cerrado” y no pueden ingerir nada, o como mucho un café, hasta pasado un cierto tiempo. No está escrito en ninguna parte que el desayuno tenga que realizarse nada más levantarnos de la cama. Para algunos es necesario que todo nuestro cuerpo esté bien despierto para poder ingerir algo, y para eso algunos necesitan más tiempo.

Para otros la razón es que no tienen hambre. En este caso puede ser que o la cena ha sido muy copiosa o que el descanso ha sido muy corto. Si seguimos el consejo que el descanso nocturno tiene que ser de unas 7 horas y que lo ideal es que la cena se haga al menos 2 horas antes de acostarnos, esto supondría un ayuno de más de 9 horas. Tiempo suficiente para levantarnos con un poco de hambre. Por lo tanto, en este caso, el hecho de no desayunar es la prueba de que se pueden mejorar algunas pautas en la cena o en el hábito de sueño.

 La mejor hora para desayunar

Otra excusa para no desayunar es la falta de tiempo. En este caso el desayuno es un estorbo en nuestra carrera matinal. Pero si nos paramos a pensar que para la primera ingesta diaria necesitamos 15 minutos, nos quedamos sin argumentos para no hacerla. Se puede tener todo preparado la víspera de tal forma que, por la mañana, mientras nos preparamos tan solo haya que calentar lo necesario. Si pensamos en el tiempo que dedicamos a las redes sociales, estos 15 minutos nos pueden parecer superfluos.

¿Qué se puede comer en el desayuno?
Por lo tanto, lo primero que hay que hacer para desayunar es preparar el entorno.

Y es que el desayuno, al igual que las demás ingestas, se tiene que hacer tranquilo y sentado. Con el tiempo suficiente para masticar y asimilar cada uno de los alimentos que ingerimos. Si más que tomar el desayuno, lo engullimos de pie y con nuestra atención dirigida al reloj, se pierden los beneficiosos del desayuno; además de empezar el día con un nivel de estrés nada saludable. Por lo tanto, el primer consejo es buscar esos 15 minutos que nos permitan desayunar para empezar bien el día.

desayuno saludable

¿Su composición? Lo que “nos pida el cuerpo”: podemos ser de dulce o de salado.

Lo importante es no perder de vista que, aunque el equilibrio nutricional se alcanza, en el mejor de los casos, a lo largo del día, lo que vayamos a consumir a primera hora va a condicionar el resto de la jornada.

Un ejemplo, si hacemos caso a la publicidad y nuestro desayuno está compuesto de alimentos ricos en azúcares, en ese caso y, si nos preocupa nuestra salud y por ende nuestra alimentación, tendremos que renunciar al azúcar el resto del día. Lo mismo sucede si nos queremos “apretar” unos huevos con bacon por la mañana, nuestra comida será más ligera. Además, de la misma forma que nuestras comidas varían todos los días, lo mismo puede suceder con los desayunos. La monotonía es el argumento para quitarle importancia a esta ingesta y, por lo tanto, eliminarla. 

El consejo entonces es elegir los alimentos con criterio fuera de cánones preestablecidos, pero sin perder de vista que el desayuno forma parte de una ingesta total diaria y, por lo tanto, en función de cómo empecemos el día, terminará de una forma más o menos saludable.

Así que un buen desayuno tiene que estar compuesto de tiempo, tranquilidad, criterio en la elección de alimentos saludables (es decir frescos o poco procesados) e imaginación.        

Si tomas leche en tu desayuno, te ayudamos a elegir la que más se adapte a tu gusto en nuestro:

Comparador de leches